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Cómo sanar una infidelidad

Daniel Martínez.- ¡Buenos días mis queridos lectores! Ya estamos a una semana de Navidad y a dos de terminar el año… Y pues bueno, yo escribo lo que ustedes me propongan. Yo pensaría que pedirían que hablara de cosas navideñas, pero no, claro que no, hay cosas más importantes que la Navidad y eso es… Cómo sanar una infidelidad.

Mira antes de que emitas algún juicio en contra de la infidelidad. Te invito a que utilices la empatía hacia las personas involucradas en ello, cada quien decide qué desea lograr con su vida y el tenerlo claro es de valientes.

Primero que todo, la infidelidad es un síntoma de que algo no anda bien en la persona que decide accionar, ya sea que no está cómoda con la relación, con algo de su misma persona o alguna situación (juego, adrenalina, sentirse estancado, socialmente, patrón familiar y más), que sólo esa persona sabe o podría saber.

Sin embargo, recuerda que como adultos tenemos responsabilidades y consecuencias, esto por el lado de la persona que comete la infidelidad. A veces no se busca terminar la relación formal y cree que esto le ayuda a atravesar por lo que está pasando. Recuerda que cada cabeza es un mundo.

Por otro lado, la herida que provoca en la pareja este acto es en su mayoría muy dolorosa, llevándola a sentir todo y nada al mismo tiempo (proceso de duelo: negación, ira, negociación, depresión, aceptación). Es importante que si tú estás pasando por ello, entiendas que no estás perdiendo la cordura, sino que es un proceso natural que sucede al ser lastimado emocionalmente. Cada persona lo siente de manera diferente y personal, NO TE JUZGUES por todo lo que estás sintiendo.

Tu decisión es sanar para continuar con tu vida, ya sea con la pareja, en solitario o para que esto no te impida desarrollarte en una nueva relación, en estos momentos “Primero tú”, estás lastimada y es tu responsabilidad sanar. En la vida nadie nos hace nada, cada quien vive su camino y en el trayecto decidimos vincularnos con otros, a veces les responsabilizamos de nuestro bienestar, felicidad, proyectos, metas, pero todos decidimos por cuánto tiempo acompañarnos y está bien continuar o cambiar.

Seguramente en tu mente pasan un montón de ideas o posibles soluciones. No actúes con impulsividad. Eso no tiene muchas probabilidades de que salga bien. Regálate espacios para conectar contigo y escucharte, hacer el bien para ti, sin venganza y sin rencor; al contrario, con y por amor a ti misma. A veces cuesta hacer lo que sabemos que es lo mejor, pero es eso o esperar a que alguien más se haga cargo de ti.

Encuentra tu grupo de apoyo para poder desahogar lo que sientes, ve a terapia, estás cargando con mucho y lo mejor es soltar todo eso que está en tu mente que no te permite estar en paz. No dependes de nadie.

Sé cuidadosa con lo que ves, escuchas o lees, eso puede beneficiarte o herirte más. Establece límites y respétalos por amor a ti, sé consciente de para qué estás realizándolos. Nuevamente te digo no los bases en rencor o venganza, porque después tú misma los pasarás por alto.

Después de una herida de infidelidad, nada ni nadie vuelve a ser el mismo: te vuelves más fuerte. ¡Créeme! Es un tema bastante extenso y que puede profundizarse y debatirse.

Si tú requieres apoyo especializado, contáctame, será un placer acompañarte en tu proceso. A mí me encuentras en Facebook como Psicólogo Daniel Martínez, IG danielmartinez.mx

Y no olvides que tus límites están en donde tú quieras, en donde ubiques tu fronteramental…