Con gran éxito concluye en el Centro Cultural Telón de Arena la octava edición del Festival Internacional Teatro Sin Fronteras, que este fin de semana pondrá en escena el espectáculo “Éxtasis Medea”, en funciones el sábado 25 y domingo 26 de noviembre a las 19:00 horas.
Se trata de un texto que contiene la potencia de una erupción volcánica desde su primera réplica. El encuentro entre Creusa y Medea, previo a que se perpetre la gran venganza, se desarrolla como un juego de espejos en el que un personaje se funde o desdobla en el otro continuamente.
La obra de Ximena Escalante es una especie de espejismo o alucinación trágica donde la progresión hacia el destino inexorable se va urdiendo con hilos invisibles hasta construir un enorme manto del cual ya nadie puede escapar. Y esa urdimbre es palabra, gesto, sonido, silencio.
Ximena compone una partitura emocional extraordinariamente sofisticada donde cada instante está cargado de densidad. Hay muchas historias en las historias que las miradas de estas dos mujeres provocan. Y he aquí la palabra clave: provocación.
El teatro de Ximena Escalante es el teatro de la provocación. Nada queda impune, ninguna acción es indemne. Al abrazar la historia de Medea y aproximarse de manera tan personal a ella, la autora vierte todo su conocimiento de la naturaleza femenina y lo trasvasa para darle dimensión mitológica.
“Éxtasis Medea” funciona como un escalpelo implacable que hiere paulatinamente a quien lo experimenta; tanto sobre como fuera del escenario. Al final, personajes y espectadores nos descubriremos diseccionados, con las tripas en una mano y el corazón palpitante en la otra. Deseando arder, escribió el crítico Mauricio García Lozano
Sobre esta obra, su autora, Ximena Escalante, señala que “hay muchas obras de teatro mentirosas que cuentan versiones de los hechos impregnadas de las debilidades de su tiempo. Las historias dramáticas que nos han llegado sobre Medea dan cuenta de esto: una mujer extranjera, rara, bruja y filicida”.
Resalta que cuando estas historias fueron contadas se pensaba que la mujer libre es peligrosa y que el personaje de Medea es, precisamente, el paradigma de la mujer libre, que ha tenido un mal destino: castigada donde más duele.
¿Qué más duele a Medea? Sus hijos. ¿Quién lastima a Medea? Los hombres. Jason suplanta a Medea por Creusa, una princesa obediente. Él quiere ser rey y necesita una reina ideal, más joven y útil. Como la desobediente Medea estorba, es divorciada, expulsada, obligada al exilio, tratada como un desecho social: es una mujer usada.
Medea, herida por Jason, debe abandonar a sus hijos para protegerlos del salvajismo de su ciudad y de las personas que creen en la mala fama que la cúpula del poder le ha fabricado.
Maga y conocedora de las leyes divinas, Medea sabe que el destino cuidará a sus hijos. Y sabe que su amor por ellos, silencioso y profundo, vigilará sus caminos durante su ausencia. Los hijos no son el problema, el problema es qué hacer con quienes la lastiman.
Antes de huir y volverse una errante solitaria, Medea tiene que dejar las cuentas claras. Hay que limpiar los hilos del maltrato. Ahí donde su fama dicta que es implacable, ahí está la oportunidad de herir. Minutos antes de abandonar a sus hijos y la ciudad que le ha dado la espalda, Medea va a hacer algo radical para dejar la huella de su dolo: vengarse.
Una madre, antes de matar a sus hijos: mata a un hombre. Y antes de matarlo a él, mata a quien se interponga en su camino. Esta es la historia de cómo en el éxtasis de la venganza, alguien paga.
“Éxtasis Medea” es protagonizada por Samantha Coronel y por Carolina Politi, esta última ganadora del Premio Metropolitan a la Mejor Actriz, entre otros galardones y reconocimientos que ha recibido a lo largo de su carrera, tanto en teatro como en cine.
Es una oportunidad imperdible para ver una obra de gran calidad con la que Telón de Arena cierra la octava edición del Festival Internacional Teatro Sin Fronteras, que año con año se convierte en el escenario para disfrutar del arte teatral de compañías de otras ciudades de México y del Mundo en ésta, la Mejor Frontera de México.