Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- Cuando Roberto Fierro, exfiscal del estado, pidió a Relaciones Exteriores el apoyo para ampliar los cargos contra César Duarte, ¿ignoró a propósito o se impuso su ignorancia al creer que la facultad del Ejecutivo federal para otorgar consentimiento a la excepción del principio de especialidad es absoluta y arbitraria, sin sujeción a control judicial ni a los derechos fundamentales de legalidad, a la Seguridad Jurídica y al Debido Proceso? ¿Acaso no revisó el tratado? ¿No vio la decisión de la SCJN de 2019, sobre la inconstitucionalidad e inconvencionalidad del artículo 17, numeral 1, inciso C del Tratado?
Si en Relaciones Exteriores lo dejaron pasar por brutos o por no importarles la injusticia contra un procesado, el que no lo debió dejarla pasar fue el sistema judicial de Chihuahua que, otra vez, ante la ausencia de consecuencias, sirve como ariete de consigna ante la descabellada petición de aquel exfiscal incapaz.
La defensa de César no se ha visto brillante, les falta colmillo y decisión. Se entiende que seguirán en litigios después de este, pero hay límites éticos que nadie debería dejar pasar. Hasta este humilde escribidor entiende que se les caerá ante un juez federal por amparo. No creo que ellos no.
Pero habrá que esperar ante las indecisiones y argumentos que confunden al imputado, que sea hasta que los magistrados de un colegiado o tal vez desde un Juez de distrito que resuelva el amparo a favor de César Duarte Jáquez, a pesar de la FGE , de los jueces locales y de la propia defensa del exgobernador.