Es difícil liberar a los necios de las cadenas que veneran. Voltaire, filósofo francés
Cuauhtémoc Monreal Rocha.- Iniciamos: Con la iglesia hemos dado Sancho, Cervantes (1605). Con Tesla he topado, AMLO (2023).
El hombre de Macuspana manifestó en días pasados, palabras más, palabras menos, que el gobierno de Estados Unidos es un gobierno muy metiche en los asuntos de los países del mundo y qué crees lectora (or), que el Viejo anidado en el palacio virreinal, no se equivocó, pues USA habló a través de su jefe de Estado, a nombre del presidente Biden, diciendo que respaldan los organismos electorales de México.
Y para coraje del hombre más poderosos del país, también dieron un espaldarazo a la autonomía del Poder Judicial, porque ya no se puede ocultar más, que el actual gobierno de la 4T lleva al país hacia una dictadura.
Y es que el INE es el último bastión para que siga existiendo la democracia en el “Cuerno de la Abundancia” (solo para unos cuantos) y desde luego la libertad y hay que luchar denodadamente para no perderla y caer en una feroz tiranía, pues la libertad, mexicanas y mexicanos, jóvenas y jóvenes, viejas y viejos (los niños y niñas comen aparte), es, en la filosofía, la razón; en el arte, la inspiración y en la política, el derecho, lo cual no lo decimos nosotros, sino que lo escribió Víctor Hugo hace un “titipuchal” de tiempo.
Y es que a don AMLO le importa un verdadero comino el mundo, su país y sobre todo los pobres a quienes solamente usa como clientela electoral. El Viejo vive en una burbuja narcisista y nada perturba su sueños de ver realizadas sus “grandes obras”, obras que el mundo jamás ha tenido y aunque dice que él respeta la imagen presidencial, lo cierto es que, con su actitud mañanera, dicha imagen es el hazmerreír en lo que se conoce como comunidad internacional.
Cada día que pasa, se agota el sexenio transformador del nativo de Tabasco y pronto la Suprema Corte de Justicia de la Nación emitirá su resolución sobre el INE, o a favor de los mexicanos o a favor de las ambiciones de poder de quien, pésele a quien le pese, sigue teniendo gran popularidad en todas las encuestas, vengan de donde vengan. Vale.
