La terquedad es la fuerza de los débiles. Johan Kaspar Lavater, filósofo suizo
Cuauhtémoc Monreal Rocha.- Esperamos que hayan tenido una auténtica Nochebuena llena de paz y alegría y una agradable y soleada Navidad.
Sin más, al tema: La terquedad u obstinación se define como una actitud rebelde o cerrada de una persona (sea de Tabasco o no), al tener un solo punto de vista, sin querer mirar más allá de la punta de su nariz.
¿Por qué lo anterior? Pues porque al Viejo del Palacio virreinal, que no nacional, no hayamos cómo definirlo, es más terco que una mula, con perdón de las acémilas. Sabe que sus mega obras ya le han costado a los contribuyentes, muchos miles de millones de pesos sobre el presupuesto original, pero no quiere entenderlo y está encaprichado a terminarlas antes de que termine su sexenio, existiendo la duda de si deveras, cuando se terminen, le vayan a dejar algún beneficio a la vilipendiada nación mexicana.
Eso por un lado; por otro, el Tlatoani sigue encaprichado, obstinado, en trastocar al INE, así necesite de varios planes o cualquier artilugio legaloide porque en febrero volverán las oscuras golondrinas de tus balcones sus nidos a colgar (ah no, eso es un poema), volverán los legisladores cuatroteros e condicionales del Ejecutivo federal, a operar con toda su violencia en contra de la democracia, una vez pasadas las fiestas decembrinas, enerinas y febrerinas o sea, terminado el famoso puente Guadalupe-Reyes.
Todos los planes para deshacer al INE que se le ocurran al Viejo, pasarán a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y entones los mexicanos, todos, sabrán si los ministros del Máximo Tribunal, con toda su soberbia, harán uso de su libertad jurídica e independencia del Ejecutivo o se convertirán en entes sumisos y leales al hombre más poderoso de México.
Ya no nos metemos con la corrupción y la impunidad, porque eso es un cuento de nunca acabar, las pillerías y raterías de los nuevos ricos del sexenio, llamados la nueva mafia del poder, están de momento, por el fuero, a salvo de toda acción jurídica, ya veremos qué pasa, si estamos vivitos y coleando a mitad del 2024, ya que la corrupción es un veneno que tiene corroídas todas las instituciones del país, aún en este gobierno de la 4T.
Como vamos al recalentado navideño con la hermana Olivia, aquí le cortamos, deseándoles a todos (as) nuestros lectores (as) un Próspero Año Nuevo, colmado de dicha, salud y prosperidad. Vale.