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El agua es la vida

Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- El agua, la vida esperada, añorada esperanza de perennes temporales, que cosechan frijol, maíz y otros alimentos; el agua, intrínseca rica y de aguda memoria, viaja llevando consigo lo que está en su camino, esa vital lluvia que con extraños virajes y cargas llega alegre y triste, incontrolable remedo humano, en escasez y en abundancia.

Lo nuevo, lo viejo, nada altera su alboroto, embalse que desborda, queda satisfecho, lleno; el exceso sigue su curso, no hay obstáculo en el control de la vida y sigue hasta la meta, y quien controla sus tiempos, deja que juegue, y traviesa se divierte en frenética carrera; deja problemas, desastre y lágrimas de feliz abrazo por la bendición que representa al llenar y al pasar para ir a repechar en otros lares y asegurar la vida.

El mundo, el país, con nuestra región y muchas otras, sufrían sequía moderada y severa, algunos extrema. Ahora con su arribo, los embalses en diferentes estados, entre ellos,  Chihuahua. Nos damos cuenta que el agua carece de preferencias; visita y se queda en Sonora, las Bajas, Sinaloa, Coahuila y el hermano Nuevo León, herido, que la esperaba con ansia, tienen ocasión de mitigar problemas y mejorar vida.

Acá, el derrame de la Presa Francisco I. Madero, nada compara su travieso paso, con el beneficio que deja o devuelve a la comunidad. En fortuna, los alcaldes de Delicias y Meoqui, al lado de otros vecinos, accionaron el mecanismo, pidieron ayuda y vinieron la gobernadora María Eugenia Campos y el Plan DN III para resolver apremios de necesitados con problema inmediato.

Ya sea la carretera sacacosechas, puente, calle, bache, todo será repuesto; el agua trae alegría y recurso para todo. Los alcaldes Jesús Valenciano y Miriam Soto, con otros, unieron fuerza y rapidez con eficacia para ayudar a afectados. En la unidad San Pablo, 38 usuarios en escasez de tres años, hoy sortean problemas, pero la sonrisa los delata. La lluvia aminora problemas, si no este, será el año venidero, pero hay seguridad.

Tamaulipas no tendrá que pedir la nuestra, el Tratado no es problema, nunca lo ha sido. Las norias recuperan niveles, los pequeños tajos y los excedentes del San Pedro harán fuertes los dos o tres cultivos por venir. Estamos ocupados atendiendo los daños, pero contentos por la bendición en gran parte del país y del mundo. 

La visita de la gobernadora alienta, ayuda para arreglar problemas; su apoyo en reparar todo es muestra de que con voluntad política, trabajo y recurso se trae progreso. 

Felicidades a todos ellos, a los alcaldes Jesús Valenciano de Delicias y Miriam Soto de Meoqui, a Maru Campos, que con ánimo, impulso y recurso tienen un plan de emergencia, sacan con bien a su gente del susto alegre que contiene y suelta llanto.