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El triunfo de políticos sin carrera

Dr. Arturo Castro.- El análisis de la formación política de aquellos individuos que se dedican a este importante campo social no es nuevo; sin embargo, hoy más que nunca se ha visto muy diversificado el perfil de aquel político con preparación y experiencia para ocupar cargos públicos.

La imagen del político en el poder, semeja una seguridad en sus decisiones y acciones, habla y se viste formalmente, refleja un poder que la sociedad le concedió y que le da confianza en el desarrollo de su carrera política.

A pesar de ello siempre han existido excepciones a la regla, cuando aparecen personas en el poder que no saben qué hacer, qué decir y mucho menos qué decisiones tomar; son resultado de decisiones populares más que de conciencia cívica, cuyo origen muchas veces está en las celebridades o liderazgos comunales del momento.

Los casos son numerosos y están en todos los partidos políticos. Se encuentra un Vicente Fox que de ser empleado de la Coca Cola se va al Congreso de la Unión, al Gobierno de Guanajuato y al de México, fueron quince años y no aprendió, los datos van desde enarbolar el estandarte con la Virgen de Guadalupe hasta la declaración de que las mujeres eran lavadoras de dos patas.

El caso de Cuauhtémoc Blanco es parecido. Se va del futbol soccer a la Presidencia Municipal de Cuernavaca y de ahí a gobernar el estado de Morelos, continuando la vida pública sin discurso y sin presencia política. El otro, Cuauhtémoc Gutiérrez, de rey de la basura y la prostitución a diputado federal y a dirigir el PRI capitalino.

Así los casos de muchos políticos ocasionales que le ofrecen al arte de la política, la conversión en aversión por parte de la sociedad, la falta de cultura, la corrupción desenfrenada, las malas decisiones, la ausencia de responsabilidad completa y la siempre queja de que por falta de recursos no existen políticas públicas eficientes.

Aun y cuando existen aquellos personajes con una amplia carrera política y con estudios universitarios, son objeto de críticas del común porque como dice ser de origen humilde, de qué sirve ser regidora, diputada y alcaldesa de Acapulco, si continúa hablando y haciendo en un entorno de inexperiencia. Tal es el caso de Abelina López.

Contrario a ello está el caso de Porfirio Muñoz Ledo, un político completo, triunfante en varios partidos políticos, con un caudal de puestos políticos a cuestas, una mente brillante que responde con palabras que emergen de la experiencia y la sabiduría. Solo que las verdades a veces ofenden a ciertos gobernantes.

La política como arte o ciencia requiere de los mejores hombres y mujeres para legitimarse plenamente con la sociedad, quienes desean seguir la carrera, deben tener vocación y lealtad al país y así evitar la perversión que genera el oportunismo o amiguismo.

La autenticidad se reconoce en las urnas a pesar de la influencia de muchos factores en los electores que van de la certeza al pesimismo y conformismo.