MÉXICO- Los planes impuestos por el Gobierno Federal para vacunar a los casi 130 millones de mexicanos contra el coronavirus han encontrado un primer freno en algunas comunidades indígenas. Pueblos originarios han rechazado los fármacos contra el SARS-CoV-2, pues prefieren los remedios que ofrece la medicina tradicional, apuntó la agencia Sputnik.
En los Altos del estado mexicano de Chiapas, en el municipio tzeltal de Cancuc, las autoridades y los más de 24 mil pobladores acordaron no aceptar la aplicación de la vacuna como lo había dispuesto el Gobierno Federal.
Se envió un documento al jefe del distrito de salud, Octavio Coutiño, en el que se explica que solo dos habitantes del municipio de Cancuc aceptaron voluntariamente ser vacunados.
La asamblea en la que se tomó la decisión se llevó a cabo el pasado 28 de enero en presencia de los agentes auxiliares municipales de las 45 comunidades y miembros del cabildo. En esta se habló con los pobladores sobre la campaña de vacunación, sus beneficios y los posibles efectos adversos que podría causar su aplicación.
En este sentido, López Obrador manifestó que el acuerdo fue tomado de “manera mayoritaria y por su derecho de que en Cancuc, no se llevará a cabo la campaña de vacunación contra COVID-19, en la etapa de aplicación para los adultos mayores y en ninguna otra”.
La falta de hospitales, la carencia de ambulancias y medicamentos para hacer frente a la pandemia han ocasionado que los habitantes de las comunidades indígenas, ubicadas sobre todo en los estados de Chiapas, Oaxaca y Guerrero, opten por remedios caseros para protegerse contra el COVID-19.
Sputnik