Hoy en día los casos más recientes de sobredosis relacionadas con el fentanilo están vinculados al fentanilo fabricado ilícitamente, que se distribuye en mercados de drogas ilegales por su efecto similar al de la heroína
Dip. Omar Bazán Flores.- El auge en la circulación y consumo del fentanilo, en los últimos años, hace necesaria una vigilancia más integral a las sustancias utilizadas para su fabricación, también llamadas precursores químicos.
Por lo anterior, propuse una iniciativa de ley para adicionar a la sustancia denominada norfentanilo al listado de las que se regulan dentro de la Ley Federal para el Control de Precursores Químicos, Productos Químicos Esenciales y Máquinas para Elaborar Cápsulas, Tabletas y/o Comprimidos.
Si bien hay dos tipos de fentanilo: el fentanilo farmacéutico y el fentanilo fabricado ilícitamente, ambos se consideran opioides sintéticos. El fentanilo farmacéutico es recetado por los médicos para tratar el dolor intenso, especialmente después de una operación y en las etapas avanzadas del cáncer.
Hoy en día los casos más recientes de sobredosis relacionadas con el fentanilo están vinculados al fentanilo fabricado ilícitamente, que se distribuye en mercados de drogas ilegales por su efecto similar al de la heroína.
Con frecuencia se añade a otras drogas debido a su extrema potencia, lo que hace que las drogas se vuelvan más baratas, más potentes, más adictivas y más peligrosas.
De acuerdo con el informe “Caracterización de Servicios para Personas Consumidoras de Opioides la Frontera Norte”, el Observatorio Nacional de Drogas estima que, en el estado de Chihuahua, al menos 158 mil 300 jóvenes de 18 a 29 años son consumidores de algún tipo de droga, y de estos, estima que al menos un 2.1 por ciento ha consumido o consume fentanilo.
Esta cifra indica que al menos son 3 mil 324 jóvenes los que consumen este tipo de drogas. Además, indica que la cifra al cierre de 2022 muestra un aumento respecto al cierre de 2021, cuando se estimaban 3 mil 060 consumidores; sin embargo, distintas fuentes han señalado que la estadística sobre el consumo de esta droga está muy por debajo de la realidad, pues la producción de la misma queda plasmada (al menos en parte), en los decomisos que se logran.
El informe correspondiente a 2021, señalaba que eran 3 mil 096 jóvenes en el estado de Chihuahua los que registraban en centros de rehabilitación, clínicas y otros servicios, que esta fue su droga de “impacto”, es decir, por la que acudieron a solicitar ayuda médica especializada.
En ese entonces, se indicó que el 85 por ciento de estos casos son consumidores que radican en Ciudad Juárez y Chihuahua capital, y después de estos dos, también se detectaban casos en Cuauhtémoc y Delicias.
El Centro de Integración Juvenil refiere que la droga no se detecta en las atenciones a estos centros que tienen presencia en prácticamente todo el país, y aunque se conoce que es una droga de impacto por su potencia, aún las cifras pueden ser bajas respecto a la realidad del consumo de esta.
El fentanilo es una droga que va de entre 50 y hasta 100 veces más fuerte que la morfina, y produce una depresión respiratoria, pero puede además acabar con la vida y por su potencia se le considera más mortífera que otras.
De acuerdo con los Centros de Integración Juvenil, por tratarse de una droga sintética existe mayor riesgo debido a que quienes trafican con ella la mezclan con otras drogas como heroína, cristal, metanfetaminas y cocaína. Cuando estas sustancias se mezclan con una dosis mínima de fentanilo, se producen fuertes efectos en la salud de la persona.
Vemos lastimosamente que el fentanilo es un opioide sintético que es hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina. Es un importante factor contribuyente a las sobredosis mortales y no mortales en los Estados Unidos.
Es importante destacar que el ingreso del fentanilo a nuestro país comenzó a detectarse desde el año 2017, comenzando con envíos al menudeo por paquetería desde China o Hong Kong.
Hasta extenderse a grandes cargamentos que entran por el Pacífico y que han venido inundando ciudades y consolidándose laboratorios para su elaboración.
El decomiso más grande de esta droga se dio en julio del 2022, con un aseguramiento de 542.72 kilogramos, con valor superior a los 4 mil millones de pesos.