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¿Por qué envejecemos?

¿Por qué envejecemos?

Nutola Vida.- ¿Cuando te despiertas qué es lo primero que pasa por tu mente? ¿Cuál es el fin de bañarte? ¿Espejo, qué vez en mí?

Vengan canas, vayan a colgarse en los algodones de los baldíos. Vengan arrugas, ubíquense mejor en donde el sol no toca al cuerpo. Y venga amargura, déjese manosear por la felicidad por lo menos los lunes.

¿Por qué el cuerpo se cansa, el cabello se cae y la piel se pone flácida? ¿Por qué el sueño no acepta un trasnocho, el estómago no tolera cuatro cervezas y la sonrisa aparece solamente los viernes?

Para, frena, escupe, sacúdete la cabeza. Lanza un grito en la calle, tira ese calzón viejo y descolorido, y viaja fuera de tu tierra. 

¡Haz el amor! Y si tu sexualidad está activa, aprende a saber hacer el amor correctamente. Hacer porque sí, no es escuchar las emociones intensas del cuerpo, solo se está escuchando la necesidad del tacto. 

Sal a montar bicicleta un domingo a las 6 am. Es armonía lo que se halla en ese momento cuando el mundo duerme. Se sensibilizan los sentidos y el cuerpo se refresca con el amanecer. 

¿Qué es lo primero que envejece, la mente o las emociones? El cuerpo es la relación directa con el mundo, es una evidencia de experiencias en el tiempo. No lo limpias, se ensucia; no lo ejercitas, se pone flácido. El cuerpo es tu currículo, tu menú de presentación para toda clase de relación social. 

La mente crea escenarios imaginarios y recuerda escenarios donde marcaron para bien o para mal experiencias que cicatrizaron. Asesinar momentos que no hacen parte de la actualidad es una manera de hablarle fuerte a la mente. Es como entrar en un cuarto y recoger la ropa que no se ha lavado, tender la cama y barrer la mugre. 

Las emociones son universales, personales y ajenas. Sentir el dolor del otro, amar la personalidad de la pareja o tener devoción por independizarse es un punto de pronunciarse ante la vitalidad. 

Me amo, te odio, no olvido y me amargo, no perdono y te castigo, quiero esto pero no puedo obtenerlo. Desear tener, depender, recordar y limitar son obstáculos del rejuvenecimiento.

Sentir sin pensamiento, hacer sin interés y amarse con cuidado son beneficios de la felicidad del rejuvenecimiento. Tienes 30 años y pareces de 45, tienes 45 y pareces de 30, son realidades diferentes. 

¿Por qué estás envejeciendo? Vacúnate y retoma cualquier energía vital de cualquier año vivido. Vacúnate para que el virus de la infelicidad y frustración no te mate en vida.

¿Por qué estás envejeciendo? Porque no te conoces a ti mismo.

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