Por falta de pago a los contratos de arrendamiento de las unidades que usa la Fiscalía, decenas de agentes se quedaron varados en diferentes partes del estado, en pleno terreno donde luchan contra los grupos criminales, porque la empresa arrendadora, a manera de presión, activó por medio del GPS el cortacorriente que impide el funcionamiento de los vehículos.
Esto lo confirmaron varios elementos y comandantes en distintas regiones, quienes mantienen la preocupación debido a que no pueden ir a rescatar las unidades por temor a que las de ellos mismos también las apaguen durante el camino.
Un oficial refiere que las condiciones de trabajo en el último año han sido precarias, sobre todo por la dotación de gasolina, ya que cada martes y viernes surten 80 litros para unidades de ocho cilindros, cantidad que resulta insuficiente porque tienen que patrullar comunidades de hasta 80 kilómetros de distancia, entre brechas y caminos rurales, donde se gasta mucho combustible.
“Hay unidades ‘castigadas’, a esas les dan nomás 50 litros cada martes y viernes, en la sierra las distancias son relativas porque a una comunidad a 30 kilómetros se pueden hacer horas por lo accidentado del camino”. Se refirió que en Juárez y la capital les abastecen de 200 a 300 pesos diarios por unidad.
El temor de ser presas del crimen organizado aumenta ante la falta de respaldo por parte del gobierno de Javier Corral, que los dejó a su suerte a pesar del peligroso trabajo que realizan.
Juárez Hoy