Candelario González Villa.- Las infructuosas protestas de la oposición minoritaria no logran convencer a la ciudadanía. Sus consignas son fundamentos pletóricos de calumnias, de incongruencia y de negación a su pasado, a su largo historial de complicidades con el sistema económico, político y social que gobernó por 80 años.
Una oposición que dice buscar equilibrios entre el poder del actual gobierno, en el que su argumentación visualiza una dictadura personificada en Andrés Manuel López Obrador.
¿De qué manera se gobernó en el pasado? ¿Con equilibrios? ¡No! Recordemos los mayoriteos y las alianzas entre el Partido Revolucionario Institucional y el Partido Acción Nacional y justo es reconocer la participación mezquina de partidillos como Nueva Alianza, Movimiento Ciudadano y el Verde Ecologista, que hoy exigen a gritos “equilibrios”, hoy la constante en su discurso crítico y mediocre prevalece la desmemoria del daño que le causaron a la sociedad mexicana.
Exigen, critican y juzgan a un gobierno que está luchando por rescatar a la nación a un año y 7 meses de haber iniciado este régimen que recibió la administración pública infestada de corrupción, con una evasión y defraudación fiscal sin precedentes. Hoy estos grupúsculos de seudoempresarios y grillos profesionales viven la pérdida de ganancias mal habidas.
El fracaso de caravanas, peregrinaciones y procesiones es el resultado del hartazgo social; claro, las mayorías olvidadas por los anteriores gobiernos y cúpulas empresariales. El fracaso no les dice nada, están en la ceguera total y en la histeria ante la pérdida de influencias ante el sector gubernamental.
La pérdida de confianza y credibilidad social ya es manifiesta en la sociedad a tal grado que ya no los soportan en sus marchas y expresiones mediáticas de contenido falaz.
Hoy que se está librando una batalla para controlar la pandemia se manifiestan estos grupúsculos para exigir la condonación de impuestos, exigir apoyos económicos gubernamentales para sus empresas y no conformes, muy orondos proponen el endeudamiento externo del país.
No son habladas. El ejemplo que nos brindan los gobiernos estatales con el endeudamiento que pesa en las espaldas de sus gobernados y Chihuahua es la vitrina en la que se exhibe la incapacidad del gobierno para dirigir el destino del estado.