Los sueños se hacen realidad y tras varios años de perseguir uno de ellos, Natalia Jiménez logró presentarse por primera vez como solista en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México, donde ante unas 10 mil personas celebró sus 20 años de trayectoria en los escenarios musicales.
Fue una noche emblemática e inolvidable para la intérprete española que durante su adolescencia cantaba en el metro de su natal Madrid en busca de una oportunidad profesional y hoy es una de las exponentes latinas más sobresalientes de la música en español, ganadora de premios Grammy y Grammy Latino, entre otros reconocimientos.
Durante dos horas, como parte de su Antología 20 años Tour con el que recorre varias plazas del país, la cantante entregó más de 20 temas divididos en tres bloques: pop, acústico y regional mexicano con los que hizo vibrar a sus fans que de principio a fin los corearon todos.
Ante un público eufórico por verla, el show inició con un video memorial de su trayectoria artística, proyectado en las tres pantallas del majestuoso recinto del Paseo de la Reforma. Después, con un vestido entallado blanco, detalles de pedrería y una capa con pumas en las mangas, Natalia hizo su entrada triunfal. “Pueden gritar si lo desean”, expresó para iniciar con ¿Dónde irán?, tema seguido de un repertorio en homenaje a sus inicios en el grupo La Quinta Estación.
“Buenas noches, Auditorio Nacional. Cuántos años he soñado poder decir esto yo aquí, sola. Bueno, no estoy sola, estoy con los mejores músicos del mundo, estoy con mi equipo que muchos de ellos me han acompañado en estos 20 años de carrera, pero es la primera vez que tengo mi nombre solito en la marquesina y eso se siente tan increíble”, comentó la española a modo de bienvenida.
Dijo que tuvo abandonado a su público durante algunos años pero dentro de poco podrá contar los motivos que la orillaron a hacerlo. “No ha sido por gusto, no ha sido por decisión propia, este país es mi casa, esta ciudad es mi casa. Me han visto desaparecida unos cuantos años, pero quiero que sepan que para mí esta noche es un sueño que he tenido desde hace muchísimo tiempo y estar aquí, con todos ustedes, es maravilloso”, añadió Natalia con la voz entrecortada y advirtiendo que seguramente pasaría todo el concierto llorando y no se equivocó.
Después de interpretar Que te quería y Niña, la también compositora rompió en llanto y para animarla, el público le echó porras. “Voy a llorar toda la noche, lo bueno que aquí está mi maquillista, pero yo ando como Paquita la del Barrio (llorando en sus conciertos)”, dijo para luego cantar Perdición y Tu peor error.
Aquella voz que Natalia presumió al inicio de su carrera, cuando en 2001 junto a La Quinta Estación lanzó su primer disco Primera Toma, ha cambiado. Aunque siempre fue sobresaliente, antes parecía sofocarse cuando respiraba por la boca al tiempo que interpretaba, pero hoy mostró los avances de una trayectoria de más de dos décadas que no sólo le ha dado experiencia sino crecimiento como artista.
Natalia Jiménez brilló la noche del domingo ante los asistentes contemporáneos, pero también frente a las nuevas generaciones que recién descubrieron su música y la convirtieron en su musa. Dueña del escenario y paseando de un lugar a otro con elegancia, la española de 41 años continuó con Algo más, y para hacer más significativo y romántico el momento, el público iluminó la sala con la luz de sus celulares.
Aunque hizo lo posible por aguantarse las ganas de llorar, ya no pudo más. El maquillaje de nuevo se le corrió de los ojos. “Ya ni modo”, decía, pero no cabía de la emoción, su sueño estaba sucediendo, era real, y su público le estaba aplaudiendo eufórico y lanzándole piropos. Ella sonreía y no hacía más que agradecer a todos con el corazón en la mano.