Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- Cuando Javier Corral hizo una única promesa de campaña: “Justicia para Chihuahua”, muchos votaron pensando en que se haría un procedimiento legal para sancionar a quien tuviese algún delito y pagara su deuda con la sociedad.
Nadie pensó jamás que Corral, con su odio y rencor y con el apoyo de los traidores encabezados por Jaime Herrera Corral, declarando a contentillo del sociópata y éste dando las órdenes a funcionarios y jueces para que se cometieran las violaciones al debido proceso, torturas, extorsiones y una feroz persecución a sus familias, llevarían a varios de ellos al suicidio (Tavo Acosta y Antonio Tarín) y a otros a intentar cometer suicidio, entre ellos: Jesús Luna, Omar Ramírez, Sergio Medina, Javier Garfio y Ricardo Yáñez, en los que alguno juntó pastillas para tomar una sobredosis, otro quería ahorcarse y uno más clavar una pluma en su yugular.
Además de Carlos Hermosillo, que murió en un trágico accidente de auto. Sin olvidar la atrocidad jamás criminal cometida contra Lázaro López, que murió por negligencia del Estado que le negó la atención a tiempo del Covid.
Ahora desde su portal “zona free”, Javier Corral intenta desviar su responsabilidad moral y a la vez re-victimiza a todos los de los Expedientes X. Lo peor es que algunos compañeros de la prensa se han dejado engañar y le siguen su juego, cuando la verdad es que nadie espera un arreglo político, sino uno jurídico apegado estrictamente al derecho.
Lo que tristemente está pasando es que la justicia de Chihuahua espera que sean los jueces federales y los Tribunales Colegiados los que les enmienden la plana para sacarse de un supuesto costo político si se apegan a la ley y hacen lo correcto.
César Duarte, igual ha sido violentado en sus derechos humanos y se sabe que tiene las cervicales seriamente dañadas desde el accidente del helicóptero y el infarto que recién tuvo en prisión. Nada vale, no hay ley, todos los jueces que obedecieron ciegamente a Corral quieren que sean los juzgados federales quienes los liberen, como bien saben que procede y corresponde. Pero el cuidado de su imagen política les resulta más importante que la justicia.
¿Y Corral? Alegre y esparciendo su odio inacabable y sus desvíos que no lo dejan vivir en paz, pero también Jaime Herrera Corral que parece que vive en misa y comulgando como si eso expiara sus culpas. ¡¡¡Urge Justicia!!!