Desde las 11:00 horas del miércoles y bajo la lluvia, poco más de 50 migrantes, en su mayoría venezolanos que acababan de arribar a esta frontera, pasaron el día y noche mojados pidiendo apoyo para entrar al Centro Integrador Leona Vicario.
Sin embargo, a hombres, mujeres y niños les fue negada la entrada, pues personal del albergue, argumentó a los migrantes que no había espacio.
Los sudamericanos se quedaron a pernoctar afuera, cubriéndose de la lluvia con bolsas negras y cobijas.
“Llegamos desde el martes en la noche, ayer (miércoles) empezó a llover y venimos a pedir asilo, pero nos dijeron que estaba lleno, que no podríamos entrar”, dijo Fraiber de 23 años y procedente de Venezuela.
Se les preguntó a otros migrantes, si el personal del albergue federal, les había dado alguna información o canalización de dónde podrían resguardarse del clima, pero dijeron que sólo les decían que no había cupo.
Esta mañana del jueves los migrantes permanecieron sentados hasta que el personal del albergue se percató de la presencia de representantes de El Heraldo de Juárez, fue entonces que las puertas se abrieron para dar entrada a una sola familia compuesta de papá, mamá y dos menores.