Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- Un tema que ayer le tenía los pelos de punta a medio México, fue la traición que los partidos de oposición pretendían al intentar vía fast track una nueva reforma electoral, en alianza con Morena. Pretendían disminuir las atribuciones del TEPJF y esa traición, no sé si lo registran, pero es a una sociedad ilusionada en formar un frente sólido para enfrentar el 2024.
Ahora flotará a la deriva como naufragio, porque al pretender esos cambios constitucionales se deja claro que el interés mayor era y es prolongar los mandatos de “Alito” en el PRI y de Mario Delgado en Morena.
Afortunadamente, una parte de la diputación de Morena –un poco más de 80– se opuso a quitar al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación las facultades para acciones afirmativas de género, capacidades diferentes, indígenas y mexicanos en el extranjero, entre otras.
La discusión sigue abierta y tal vez hoy o mañana sabremos de qué tamaño será, en caso de acuerdo, el daño.
La verdad, no sé qué tienen en la cabeza los cuatro dirigentes de los partidos de oposición. Nadie está exento de ser estúpido o de hacer una estupidez porque desafortunadamente nadie nos damos cuenta al cometerlas, pero los daños de una estupidez casi siempre son enormes. No cabe duda que el interés personal se impone sobre el de la sociedad.
Los dirigentes de los partidos no cambiarán nunca. La partidocracia en México y el poder que han tenido históricamente es dañino, así que no sé cuándo, pero es urgente cambiar todo el sistema político de este país o nos llevará la tristeza.