Candelario González Villa.- La desinformación pasó a ser un derecho. ¡Sí, así como se lee y se escucha! Y lo constatamos en el diario paquete que nos surten a los ciudadanos; un derecho para que a cualquier sujeto se le suelte la boca para escupir calumnias o sus frustraciones.
Y el día que se le cuestionan sus yerros, se atrincheran en su derecho a la libertad de expresión, se victimizan y se escudan en la represión gubernamental. Traigo a colación el conflicto de las presas de Chihuahua, específicamente de La Boquilla, en el municipio de San Francisco de Conchos y de Las Vírgenes, en el municipio de Delicias.
Es lamentable ver cómo se politizó el tema, la descarada intromisión del Partido Acción Nacional que enfocó su ataque contra el gobierno federal. De un movimiento justo se pasó a una batalla campal en la que prevalecieron la mentira y la desinformación como plataforma para sembrar odio.
No niego que la presa La Boquilla se encuentra en un volumen bajo; sin embargo, no se puede culpar al gobierno federal en su totalidad, pues sabemos de la sequía que azota al estado y a pesar de ello se cumplió con la entrega para riego del ciclo agrícola del presente año.
Ahora bien, se está haciendo entrega del recurso hídrico a los Estados Unidos de América, conforme al Tratado de Límites y Aguas que data de 1944. Lo interesante es la dimensión que está tomando el conflicto en cuestión, los intereses perversos del panismo con su apéndice nazi llamado FRENA, de Gilberto Lozano, una hermandad enferma de odio. A su discurso sí se le puede llamar así, es un elogio a la estupidez y motivación para la masa dispuesta a la violencia.
La desinformación siempre será el vehículo de odio y la mentira una estrategia que le dio resultado al nazismo y, por supuesto, cómo se le puede llamar a las declaraciones del presidente municipal de Delicias y a las de una jovencita manifestante a quien se le fue la boca al aseverar que los elementos de la Guardia Nacional involucrados en el asesinato del matrimonio los venían siguiendo desde La Boquilla.
¡Qué barbaridad! ¡Qué infamia! Un piquete de soldados en su vehículo recorrió 200 kilómetros para asesinar al matrimonio.
En fin, aceptemos la desinformación como nutriente de nuestra vida de pared de contención a la inteligencia y a la reflexión.