La libertad política es la condición previa del desarrollo económico y del cambio. John F. Kennedy, expresidente norteamericano
Cuauhtémoc Monreal Rocha.- Un gobierno corporativo es un conjunto de principios, reglas y estructuras que rigen el funcionamiento, el control y la toma de decisiones de una organización, para alcanzar sus objetivos; cuando terminó la Revolución Mexicana, Álvaro Obregón y “El Jefe Máximo” de la misma, Plutarco Elías Calles, para hacer efectivos los principios revolucionarios y llevarlos a la realidad, cerraron lo que se conoció como el corporativismo; constitucionalizándolo Lázaro Cárdenas, metiendo, metafóricamente en un costal, a toda la sociedad mexicana que en esos momentos estaba, si no perdida, sí toda desorientada, no hallaba ni para dónde hacerse.
De inmediato, dentro del corporativismo, se formaron 4 sectores 4: El obrero, el campesino, el popular y el militar; desde luego, el sector empresarial también cupo, no sabemos si a chaleco o “ad libitum”, en el costal cardenista y se fue acomodando a los tiempos postrevolucionarios; cuando nacen las siglas del PRI o Partido Revolucionario Institucional, de inmediato desapareció, para fortuna de México, el sector militar, quedando únicamente, el obrero, el campesino y el popular, hasta que el PAN o Partido Acción Nacional, echó fuera de Palacio Nacional y de Los Pinos, al tricolor.
Durante el priato, se puede decir que el sector empresarial se desenvolvía tranquilamente, después del desgarriate que armó Lázaro, con la creación del ejido, el reparto de tierras que no eran de él y la mal llamada expropiación petrolera, porque hasta la fecha, PEMEX no ha sido más que un barril sin fondo, nido de ratas, de pillos y donde también, con el tiempo y un ganchito, cupo Morena y la nueva minoría rapaz, sobresaliendo la familia presidencial, cuyo patriarca, se dice y se asegura, vive por allá en Palenque. Por cierto, este personaje ya va a presentar su nuevo libro.
Después de haber regresado nuevamente al poder el PRI, tras 12 años 12 de panismo, un movimiento, dizque de regeneración nacional, volvió a sacar de Palacio Nacional y de Los Pinoles, al corrompido régimen revolucionario y las cosas para el sector empresarial, comenzaron a cambiar, gracias al gobierno populista que, vía democrática, llegó al poder, pues los mexicanos estaban hartos de la corrupción y de la impunidad, las cuales, lamentablemente, siguen, viento en popa, en este gobierno del segundo piso de la 4T.
El sector empresarial mexicano, ahora, no las trae todas consigo, la incertidumbre jurídica que padece el país, no solo tiene paralizada a la inversión nacional, sino también a la inversión extranjera, que no ve claras las reglas del juego del gobierno cuatroteísta, ni al corto, ni al largo plazo y consecuencia de ello, es que la economía nacional. según analistas, está estancada, inerte, estática, no se mueve y el futuro económico del país es incierto… y si a lo anterior le agregamos que la inflación sigue sin estar del todo controlada, mama mía, así se nos sigua diciendo en la mañanera del pueblo, que estamos bien y que el próximo año, estaremos mejor. Que así sea.
Dejamos en el tintero el vodevil político del exfiscal, premiado con una embajada en Alemania, sin saberse si su envío a tierras teutonas, se debe a que no hacía bien su trabajo o lo estaba haciendo demasiado bien.
Cerramos: La santa, sufrida y abnegada esposa: Le dije a mi marido que me llevara a ver “Los Miserables” y ya tenemos dos horas parados frente a la Cámara de Diputados. Vale.