En tiempo de higos no hay amigos… Dentro de la clase política se dice que el presidente López Obrador es un político que nunca enseña sus cartas verdaderas y que Claudia Sheinbaum es la corcholata distractora porque el caballo negro del mandatario es el tabasqueño Adán Augusto López, actual secretario de gobernación.
Cierta o falsa esta teoría, la jefa de gobierno de la Ciudad de México no pierde el tiempo y como parte de su proyecto político el día de ayer realizó 59 asambleas informativas en puntos estratégicos del país.
Jóvenes con Claudia, organización civil encargada de hacer este llamado, reportó una convocatoria nacional de más de 100 mil personas en apoyo a la aspirante morenista.
Tan solo en Chihuahua capital, más de 2 mil 500 personas se concentraron para manifestar su respaldo al movimiento obradorista y apoyar a Claudia Sheinbaum.
En nuestro estado, grupos musicales amenizaron la espera de las asambleas con trova, rock, norteño y cumbia entre otros géneros.
Cabe destacar que también hubo asambleas en los estados de Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Colima, Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.
En estos eventos participaron diputados locales y federales, senadores, presidentes municipales, regidores y síndicos, así como liderazgos que dieron vida a la Cuarta Transformación.
Más vale una mala paz, que una buena guerra… Este 24 de febrero se cumplirá un año en que Vladimir Putin, cabeza del Estado ruso, ordenara la invasión de la República de Ucrania a su ministro de la defensa, cuando Ucrania había denunciado las intenciones de Putin de invadir a Ucrania. Putin mintió al mundo diciendo que estaban haciendo solamente ejercicios militares con Bielorrusia y que era el motivo por el cual tenían 30,000 soldados en la frontera con Ucrania.
Sin embargo, el 24 de febrero se pudo comprobar que las intenciones de Putin siempre fueron la invasión, aunque él y los miembros de su cuerpo diplomático mintieron llamándola solamente una pequeña incursión militar.
A casi un año de haber iniciado esta “pequeña incursión militar”, a Rusia le ha costado la vida de 150,000 soldados y a Ucrania le ha costado el movimiento de toda su población hacia los países vecinos.
Hay 16,705 ucranianos refugiados en Bielorrusia, hay 1 millón 127,957 refugiados en Eslovaquia, hay 1 millón 903,853 refugiados ucranianos en Rumania, 2,151,419 refugiados ucranianos en Hungría y 755,368 en Mordovia. Rusia ha enviado de vuelta a su país 2,852,395 ucranianos no secuestrados, entre ellos 16,000 que apenas son niños de preescolar.
Las denuncias de Ucrania por genocidio y crímenes de guerra suman ya 65,000. Y todavía no es hora de que los países miembros del Consejo de la ONU hayan efectuado una sola acción para corregir esta gravísima agresión.
El papel de los ucranianos ha sido heroico, han mostrado una gran resistencia, sin embargo, aunque han recibido mucha ayuda en armamento, en dinero y en la asistencia médica de los países miembros de la OTAN, siguen sin recibir las armas necesarias para poder ellos llevar las agresiones hacia el suelo ruso. La OTAN no se los ha permitido.
El número de muertos para el ejército ruso sobrepasan los 150,000 y para el ejército ucraniano, sobrepasan los 100,000 soldados fallecidos y no estamos hoy ni siquiera un día más cerca de arreglar el conflicto.
Rusia se había anexado la región de Crimea en el 2014 y no recibió ni sanción ni castigo por parte de la ONU por lo que pensó que sería lo mismo con Ucrania pero este error le ha costado a los rusos más de 500 millones de dólares solamente en el dinero invertido en municiones, misiles y en inventario perdido en las batallas.
Seguirá la guerra hasta que Putin recobre la cordura o el pueblo ruso lo quite del poder. La única otra opción es que gane o pierda la guerra, cosa que no se ve todavía. Se pudiera inclinar, pues no obstante que Ucrania ha recibido 150,800 millones de dólares en asistencia militar, humanitaria y financiera, 29,300 millones de dólares en armamento de los Estados Unidos, 12.000 millones de dólares en armamento de la Unión Europea, 2.600 millones de dólares en armamento del Reino Unido, 1.300 millones de dólares en armamento de Canadá y 250 millones de dólares de armamento de Australia.
De seguir contando con asistencia, esta guerra se prolongará hasta que se hayan logrado recuperar las regiones de Donetsk y las regiones de Crimea. Los rusos han perdido 6,520 tanques PB y 3,298 tanques de diferentes denominaciones, 5,187 vehículos de transporte tanto de personal como de inventario, 2,322 artículos varios de artillería, 2,013 drones, 871 misiles crucero, 467 lanzamisiles, 298 aviones de combate, 287 helicópteros, 241,000 vehículos de lanzamiento antiaéreos y 221 vehículos con equipamiento especial tales como radares, interceptores de comunicaciones, etc.
Además, han perdido ya 18 barcos de guerra, uno de ellos el Moscú, su barco insignia según la fuerza naval rusa, hundido en algún lugar del Mar Negro.
Las sanciones económicas que los países miembros de la OTAN han impuesto en patrimonio ruso se estima que durante el 2023 les cause una contracción del 3.5% de su producto interno bruto.
El efecto nocivo de la debacle económica se ha sentido en todo el mundo. A un año de iniciar la invasión, aún no podemos anticipar ni los resultados ni los costos totales que esta guerra sin sentido ha causado por las ambiciones expansionistas de una Rusia que hoy por hoy ha sido exhibida en su totalidad por la alta corrupción de sus políticos, de sus líderes militares y la muy baja efectividad militar de sus soldados.
Hoy Putin amenaza, pero ya nadie le cree. No se le tolerará y es probable que al continuar el curso de la guerra termine perdiendo la región de Crimea, la región de Donetsk y con ello el poder mismo en Rusia. En realidad, un precio muy bajo comparado con tanto daño como ha hecho.