Ícono del sitio Juárez Hoy

En la Hoguera

Cuando la muerte miente… No existe la muerte, teológicamente es fundamento que no se deja de existir, simplemente cambiamos de dimensión, de un plano de existencia en carne y hueso, trascendemos a una vida de energía, si usted así lo cree y lo profesa, a una vida espiritual. 

Ante la certeza de que esto es exactamente lo que sucede, el dolor de ver partir a un ser querido es en realidad un acto de egoísmo, un querer retener a la persona que le profesamos nuestro amor y nuestro cariño, más por nuestra conveniencia, por nuestra resistencia natural al cambio, que por permitirle a nuestro ser amado iniciar su aventura en su siguiente etapa. 

Pero, mientras más cercanos nos sentíamos a esa persona, menor debería ser nuestro sentimiento de pérdida. En la obra teatral “El convidado de piedra” de Zorrilla, el fantasma de Don Gonzalo, padre de Doña Inés sentencia a Don Juan Tenorio: “Los muertos que vos matáis, gozan de cabal salud”.

En el contexto de la obra la interpretación es de un tipo espiritista, esotérica si usted así lo prefiere, pero en el contexto afectivo es de una profunda verdad, mientras más queríamos a una persona, más presente la tenemos todos los días en nuestras mentes, en nuestro corazón, morirán solo cuando desaparezcan de nuestra memoria. 

Olvidamos a aquellos que vivos o muertos no supieron trascender en nuestro afecto, los que nos marcaron con una huella de amor, de cariño, permanecen con nosotros todos los días, en cada cosa que hacemos que se asemeje de alguna forma a lo que con ellos compartíamos, de tal suerte, que a menudo recuerdo a mi bisabuela.

En lo personal, les confieso no necesito que cada dos de noviembre regresen a visitarme, a los que más he querido, nunca me han dejado y no quiero decir con ello que vivo rodeado de fantasmas, nada más alejado que la realidad, simplemente comparto con ustedes que tan amablemente me leen, que los descubro todos los días, en mis reacciones, en mis dichos, en mis costumbres, que al fin y al cabo, soy en mucho, como me educaron, como me formaron y como me guiaron. 

Quien no los reconoce en sí mismo, en el trato que da a sus hijos, a sus nietos, en sus reacciones ante situaciones inesperadas, o no tiene memoria, no conoce la gratitud o tuvo una infancia muy triste, muy carente de cariño y de buenos ejemplos. 

Pero, además genéticamente, reconoce usted en sus hijos, sus sobrinos o sus mismísimos nietos, rasgos, actitudes y reacciones de sus ancestros, lo que le provoca una sonrisa y le evoca una memoria más que mantiene vivo al ser querido.

Es muy cierto, que en el transcurso de nuestras vidas, tenemos contacto a veces casuales y a veces constantes con muchísimas gentes, algunos los llegamos a considerar como amigos y si se nos adelantan al siguiente plano, los extrañamos más que a algunos de nuestros familiares, al fin y al cabo siempre será cierto que a los amigos los escogemos y a los parientes no. 

Pero la mecánica es exactamente la misma, los recordamos los 365 días del año, según haya sido el nivel de afecto logrado, la afinidad en las personalidades y sobre todo la intensidad de las emociones vividas, compartidas. 

Por eso titulo esta editorial, “cuando la muerte miente” por que la esencia de quien ya no está con nosotros, no ha dejado de existir, está viviendo en otro plano en otro tipo de existencia y en este mundo siguen viviendo en las mentes de tantas gentes en las que supieron ganarse un afecto, un cariño. 

La premisa sería: en este mundo solo muere aquel al que se le ha olvidado y esto es inevitable, nos sucede a todos eventualmente cuando ya nadie se acuerde de nosotros, desaparece inevitablemente la última evidencia de nuestro paso por este mundo, pero mucho ojo, en otro plano estamos generando la misma dinámica de cariño y afecto. 

La muerte entonces es una mentira en su concepto, hay una experiencia por la que habremos de pasar, para nacer en otra realidad. 

Por lo pronto, dedíquese a brindar lo mejor de usted, con todos los que conoce y en cada momento y estará asegurando su memoria, mucho tiempo después de que su cuerpo le haya permitido trascender a un plano superior.

La confianza es de cristal, si se quiebra, no será igual… El presidente Andrés Manuel López Obrador respaldó el trabajo de la Comisión para la Verdad que investiga la desaparición en 2014 de 43 estudiantes de magisterio de la escuela de Ayotzinapa y las pruebas existentes ante las críticas hechas por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes.

“Le tenemos toda la confianza a Alejandro Encinas, es un hombre íntegro, recto, incapaz de falsear información y se tienen todos los elementos para sostener la investigación y se van a seguir haciendo averiguaciones y se va a ir consolidando, fortaleciendo esta investigación y se va a hacer justicia”.

El GIEI, propuesto por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para brindar asistencia técnica internacional en la investigación del caso Ayotzinapa, afirmó el 31 de octubre que no es posible saber el origen y autenticidad de los mensajes de WhatsApp que la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia en el caso Ayotzinapa, presidida por Encinas, usó como base para su investigación.

El 31 de octubre, dos de los integrantes del GIEI dejaron el país, debido a que culminó el plazo acordado entre el Gobierno y la CIDH y otros dos se quedaron, informaron fuentes fidedignas.

Salir de la versión móvil