Nuevas leyes, nuevos caminos… Hay muchas formas de entrar a prisión, cuando se comete un delito y lo apresan infraganti, cuando después de un juicio, el juez determina su culpabilidad y sanciona pago de daños y castigo con prisión, pero en México, también existe la prisión preventiva oficiosa, o sea que ni lo apresaron infraganti o en términos de flagrancia, ni lo han encontrado culpable después de un juicio.
Este ha sido el artificio por medio del cual se han cometido muchos delitos procesales en contra de gentes inocentes, para que después de que salgan en libertad ni siquiera les ofrezcan disculpas.
Este grave abuso del sistema jurídico quiere ser corregido por los ministros de la Suprema Corte de Justicia, quienes en estos momentos estudian la posibilidad y conveniencia de eliminar la prisión preventiva oficiosa.
Cada moneda tiene dos caras, hay quien declara que esto se prestaría a la galopante corrupción que proporciona a los maleantes perpetua impunidad y hay quienes dicen, sí, pero a cambio de eso, evitaría que los corruptos ejercieran sus venganzas con prisiones preventivas a gentes a quienes ni siquiera se les ha demostrado su culpabilidad y como es el caso de Rosario Robles pasan más tiempo en prisión que el que hubieran servido si se les hubiera sentenciado de acuerdo a la forma y fondo de la ley.
Por lo pronto, el que ya pegó el grito en el cielo es el Presidente de la República que declara que esto solapa la impunidad, la corrupción y la chicanearía legal.
Él, que aboga por los derechos de los sicarios y narcotraficantes, el que ordenó la libertad de Ovidio Guzmán, el que las debe todas, ahora se dice preocupado por las leyes. Definitivamente en este país no hay seriedad y desde luego la congruencia no se conoce o por lo menos se evita a toda costa.
Le duele en el alma que le quiten su juguetito, es más, lo llora tanto como si la misma Suprema Corte le negara gobernar por decretos.
Para un tirano, la aplicación estricta de la ley debe ser como despertar en el quinto círculo de los infiernos de Dante, pero aun así, la tesis legal que estudian los ministros es válida, como todo en esta vida, tiene sus pros y sus contras, pero todo lo que fortalezca la justicia merece ser estudiado.
No puede ni debe de ser descartado por quien en 9 años de universidad no logró nunca destacar. Que sean los verdaderos doctores de la ley, los que en base a conocimiento, tesis legales y sobre todo una amplia experiencia tanto como litigantes y como jueces, emitan una opinión al respecto.
Ya va siendo hora que se ate de manos a pillos como Javier Corral que en vez de cumplir y hacer cumplir las leyes, abusó de las mismas para sus venganzas y fobias personales.
Indigna tanta gente que ha muerto en prisión sin merecerlo y que los verdaderos criminales sigan libres, untándole de grasa el guante a cuasi ejecutivos como Corral, 72 meses de impunidad en la Sierra lo acusan y por lo menos ante el pueblo de Chihuahua lo sentencian.
Ahora resultó más papista que el Papa… El presidente de México en su conferencia de prensa de este 24 de agosto declaró que “es bueno que salga todo y los jueces van a escuchar la opinión de todos y ojalá y hablen todos y si dicen que no nada más es Murillo Karam, pues que Murillo Karam diga quién le dio la orden. Es un proceso judicial, todos los acusados tienen derecho a la defensa y quienes están sosteniendo la acusación, que son ministerios públicos, tienen que probar y los jueces tienen que decidir, y acostumbrarnos a vivir en un auténtico estado de derecho, no en un estado de chueco, como se vivía antes, o de cohecho”.
López Obrador también criticó el papel de los Medios de Comunicación diciendo “Cuánta inmoralidad, cuánta deshonestidad intelectual, por decir lo menos”.
Lo que el presidente no toma en cuenta es que los medios informamos lo que vemos y en este caso en específico las órdenes de detenciones que están girando no van contra los asesinos de los 43 y lo tenemos que decir, siguen siendo cortinas de humo pues los verdaderos criminales siguen libres.
El burro tocó la flauta por pura casualidad… Vaya que tuvo suerte la Guardia Nacional en Sonora, pues sin efectuar un solo disparo, logró este martes la detención de Víctor Manuel “N”, identificado como presunto jefe de plaza del grupo delictivo de “Los Salazar”, en los municipios de Hermosillo, Guaymas y Bácum, organización criminal que apoya en el trasiego de drogas al Cártel de Sinaloa.
Todo fue resultado de las labores de vialidad en el kilómetro 138 de la carretera Hermosillo-Guaymas, donde agentes de la GN detectaron a dos tripulantes de una camioneta negra con vidrios polarizados y sin placa de circulación frontal, por lo que les pidieron el alto para una revisión de rutina.
Así se dieron cuenta que el conductor y el copiloto portaban armas de fuego cortas y un arma larga tipo fusil de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, en el asiento de la parte trasera; sin embargo, argumentaron pertenecer a una institución de gobierno, pero al no poder acreditarlo, ambas personas fueron detenidos.