Ícono del sitio Juárez Hoy

El renacimiento económico y social de México

Candelario González Villa.- Le comparto a mis amables lectores, la transcripción de la propuesta del hoy presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en su obra “2018, la salida, decadencia y renacimiento de México”.

En su capítulo IX, titulado “Decisiones básicas para el renacimiento económico y social de México”, propone liberar fondos para el desarrollo con un manejo honrado y austero del presupuesto que nos permitirá mantener equilibrios macroeconómicos  y evitar crisis en el ámbito fiscal o financiero.

Nuestra propuesta consiste en aplicar una política de cero endeudamiento y baja inflación, aparejada a una estrategia de crecimiento para promover el empleo y el bienestar, pero el desarrollo a diferencia de lo que han venido postulando y haciendo los tecnócratas del neoliberalismo, no solo depende de una adecuada política monetaria de control de la inflación y de disciplina fiscal, sino también de crecimiento económico para mejorar las condiciones de vida y trabajo.

En esencia, la propuesta es que exista disciplina en el manejo de las variables macroeconómicas y a la vez crecimiento y bienestar. Esto último lo enfatizo: es importante sacar al país del estancamiento económico, pero el crecimiento debe acompañarse de una distribución equitativa de los beneficios y agregaría de un pensamiento generoso, espiritualmente fraterno y humanista.

No basta crecer macroeconómicamente: Los beneficios del desarrollo tienen que llegar a las mayorías. La divisa es progresar con justicia, porque progresar sin justicia es retroceso. Queremos la modernidad, pero fijada desde abajo con todos y para todos.

En nuestra concepción, el Estado es fundamental para la promoción del desarrollo. A diferencia de quienes fincan todas las expectativas de crecimiento en factores externos y esperan a que el mercado reaccione por sí mismo, consideramos que es fundamental la intervención pública para reactivar la economía y generar empleos, sobre todo después de un largo periodo de recesión, como ha sucedido en México.

Debemos considerar que el gobierno cuenta con instrumentos suficientes para hacer posible la convergencia de los sectores público, privado y social para el desarrollo del país. Esta cooperación estrecha es el principio básico para construir una economía fuerte y una sociedad más justa: Todos somos indispensables para hacer realidad el progreso con equidad que se requiere y que propugnamos muchos hombres y mujeres de buena voluntad.

La convergencia de la inversión pública y privada se llevaría a cabo, fundamentalmente, a partir de estrategias de desarrollo regional. Desde hace mucho tiempo están bien estudiadas y definidas las distintas regiones del país.

Con un enfoque de desarrollo sustentable es posible elaborar programas integrados para aprovechar sus recursos naturales, la tecnología y la inversión pública y privada, siempre con la participación activa y concertada del sector social y de los agentes económicos de las propias regiones.

Salir de la versión móvil