Raúl Ruiz.- El vulgo dice: “En el camino se van acomodando las calabazas”, pero tratándose del partido Movimiento Ciudadano, son naranjas. Y de última hora, a la carreta le han ido metiendo limones, limas, toronjas, mandarinas y otros cítricos. ¡Qué afán de mezclar esos ácidos contra natura!
A Dante Delgado Rannauro le está resultando adversa la tendencia de hacer ligas con personajes poco o nada anaranjados, que pretenden anidar entre las flores de azahar, para seguir enquistados en el poder.
Ya cobijó Dante a los senadores renegados del tricolor, encabezados por Miguel Osorio Chong y su logotipo: “Congruencia Por México”. Si fueran congruentes con México, solamente se retirarían y ya.
Y qué decir del Concordato Despojos, llamado “MexiColectivo”, integrado por excandidatos a la Presidencia de México (todos perdedores): Francisco Labastida Ochoa (PRI), Josefina Vázquez Mota (PAN) y Patricia Mercado (PSD). A esta última, metiéndola con calzador a una terna muy floja para la candidatura a la presidencia en 2024: Samuel García, el joven Colosio y ella. ¡Nomamespancho!
Por lo pronto los gobernadores, Enrique Alfaro, de Jalisco, y Samuel García, de Nuevo León, ya pintaron su raya. El primero, cansado de soportar el saltimbanquis, con un marcado hartazgo por las “jugaditas” internas que provoca el pelón Dante Delgado, al llevar a casa a personajes reciclados o verdaderamente impresentables; graba un video en el que se despide de las naranjas.
El segundo, sin ambages, en su cara se la suelta: “yo, con los priistas, ni a la esquina. Qué necesidad de acumular los desperdicios.
En Chihuahua, lo mismo. De repente, aparece José Reyes Baeza (priista), quien, al parecer, sería candidato a la senaduría con el “Caballo” Lozoya, lo cual dejaría fuera la posibilidad de impulsar la mancuerna entre Adriana Terrazas (quien supuestamente se convertiría en naranja) y el “Güerito” Martínez, bastión del MC en Juárez.
El desaire de Dante Delgado al “Güerito” Martínez en días pasados, pone a reflexionar al importante empresario del negocio inmobiliario en Juárez y Chihuahua. “Qué necesidad tengo de andar viendo jetas”, habría dicho el güerito. Pero es tiempo de tomarse unas cucharadas de pasiflorine y ponerle calma a los arranques.
En la Asamblea de Consejo Nacional se acordó ir en alianza, pero no con los liderazgos formales de los partidos, sino con lo que ellos llaman “liderazgos reales”: panistas, priistas, perredistas, verdes y hasta (ex) morenos que se han estado sumando a MexiColectivo.
Los naranjas, me parece que apuestan a un sueño guajiro. En esta época de construir posibilidades políticas con puro material de cascajo, se venden a sí mismos la idea de que MexiColectivo es la plataforma ganadora como la alianza política que se necesita para poder ganarle a Morena, porque echan montón.
Agarrar un bonche de políticos, académicos, artistas, deportistas, periodistas y ciudadanía en general de todos colores y sabores, no es garantía de nada. Están pensando más que nada en un Plan de Gobierno colectivo, un Proyecto de País donde todos obtengan su tajada.
Pero… antes, tendrían que ganar. Mientras se deciden, se van acomodando las naranjas.
Y quien destaca, sin alardear, es Juan Eleuterio Muñoz, a quien se le encomienda la tarea de llevar a cabo un foro y unas mesas de trabajo para reunir en Juárez a liderazgos de todas las ciudades fronterizas, que servirán para abordar y proponer soluciones a temas que importan y aquejan a la frontera norte.
Sigo viendo además de Juan Muñoz, a María Ávila, Walo Borunda, Rocío Sáenz y los jóvenes Pico, Acosta y Rincón. Obviamente todos en equipo con el “Güerito” Martínez. Pero… ¿Y si el güerito avienta el arpa? Esa sería… otra historia.