Belarmino Guadalupe Hernández Burciaga.- A lo largo de la historia el arte ha jugado un papel importante en el desarrollo humano como reflejo de la realidad y cultura de un pueblo y sus diversas formas de manifestación (música, pintura, danza, literatura, etc.) impregnadas de emociones e ideas, en un lenguaje universal compresible para cualquier persona y transferible de generación en generación. Es bien sabida la importancia que el arte tiene en el desarrollo bio-psico-social de los individuos y las sociedades, así como la manera en que ha ido evolucionando a lo largo de los siglos.
Ciudad Juárez, ha sido históricamente una localidad de paso para las personas que buscan un mejor futuro en los Estados Unidos. Este flujo humano constante, permite la convergencia de diversas culturas y formas de vida de todas las personas, así como un factor de enriquecimiento cultural, ya que interactúan, comparten y también mezclan sus propias visones, por lo que, las formas artísticas se manifiestan en su caleidoscópica variedad, pero existen muy pocos espacios para exponer en toda su magnitud las diferentes culturas y toda esta gama de emociones.
Nuestra región necesita festivales y otras actividades artísticas en espacios públicos. La idiosincrasia Juarense es afecta a la música y el arte como vehículos de expresión popular, sin embargo, parece no haber interés de autoridades y los diversos actores sociales que tienen la capacidad financiera y logística para lograrlo, aún y cuándo es de todos sabido que la expresión artística es un componente vital del desarrollo integral del ser humano, por lo que, la creación de nuevas iniciativas de expresión artística como presentaciones o pequeños festivales en casas, la creación de colectivos artísticos, foros, teatros urbanos, presentaciones independientes en bazares o streamings, pueden ser el motor que nos ayude a crecer como comunidad.
El 2020 fue un año muy difícil para todos, trayendo consigo muchas afectaciones y dificultades tanto en lo económico, social y psicológico, de tal modo que, fue un año de retos e innovaciones, en especial para el gremio que se dedica al arte (ya sea por hobbie o de forma profesional). Al escasear los espacios destinados al arte por la contingencia, todos los artistas y personal que vive de esta actividad buscaron encontrar nuevos canales de empleabilidad por medio de las redes sociales. Durante el año pasado y parte de este se ha observado una gran presencia de eventos, cursos y servicios en modalidad virtual, lo cual ha permitido nuevas formas de expresión artística e incluso, la posibilidad de vivir del arte de manera independiente.
Esta situación de contingencia ha acelerado diversas áreas del desarrollo humano en nuestra localidad, haciendo una transición de lo análogo a lo virtual. Este proceso de evolución tecnológica acelerada que ha impregnado también a la esfera artística, obligando a todas las personas que viven de esta actividad a ser multifuncionales; ya no basta con tener conocimientos en el arte a desarrollar, ahora resulta indispensable tener conocimientos en marketing, desarrollo de marca, producción de video y audio y conocimiento en e-commerce y desarrollo de contenido comercial en redes sociales.
No cabe duda de que el ser humano se adapta a cualquier situación adversa y el arte, al igual que todas las esferas del desarrollo humano, se ha visto obligado a reinventarse de acuerdo a las exigencias de este medio cambiante, dejando atrás las formas tradicionales de distribución de contenido, resultando así, en una simplificación para apoyar a los artistas y todas aquellas personas que viven de esta actividad. Hoy se abre una puerta importante para los artistas y es vital dar el paso a esa nueva normalidad virtual, la cual exige ser más creativo y funcional, diversificando la manera de distribuir nuestro arte.
Por este medio, se hace una cordial invitación a todos para apostar por el arte, porque para el desarrollo de una comunidad armónica, resulta vital promover las diversas manifestaciones del arte.