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Desprestigio empresarial

La honestidad es, en su mayor parte, menos redituable que la deshonestidad. Platón, filósofo griego

Cuauhtémoc Monreal Rocha.- En el cultivo del huevo nos encontrábamos, cuando recordamos que en el “refri” teníamos unas tunas; pronto dejamos la hueva y nos las engullimos, qué frescas estaban; así sacudimos la modorra dominical y a lo que te truje Chencha.

“Da Maru contrato de Torre Centinela a empresa con señalamientos de aplicar sobreprecios, pues al parecer, Seguritech tiene un laaaargo historial de irregularidades y no obstante ello, el Gobierno del Estado ya le asignó un contrato sin concurso, para construir y operar la Torre y Plataforma Centinela, proyecto que oscila entre los 4 mil 4 millones de pesos”.  ¡Esoooo! Donde hay obras hay sobras.

Siguiendo la lectura de la nota (21-07-22), resulta que el desprestigio de Seguritech es enorme, gigante, inmenso, increíble, donde abundan adjudicaciones directas injustificadas, sobreprecios y otras corruptelas, por lo que la reputación de esta empresa está muy cuestionada y aquí la pregunta: De ser cierto lo anterior, ¿Quién tiene la culpa: el indio o el que lo hace compadre?

Desde luego que hace falta mucha vigilancia en nuestra ciudad para garantizar la seguridad de todos los habitantes fronterizos; no sabemos si a una altura de 20 pisos 20, se pueda garantizar tal seguridad, pero cuando menos, de construirse esta torre centinela, de algo ha de servir, porque no hay peor lucha que la que no se hace.

Lo que está cañón es el desprestigio empresarial y Maru, quien como gobernadora va más o menos bien, no debe manchar su imagen, saltándose a la trompa talega, la ley o reglamento de licitaciones, para construir obras públicas que, de algún modo, tratan de darle protección a los sufridos habitantes de la H. Ciudad Juárez, pues los dineros son de los contribuyentes y cuidado con la corrupción y la impunidad, cáncer nacional en todas las esferas de gobierno, principalmente.

Ojalá la gobernadora encuentre alguna empresa cubierta con el manto de la honestidad -no es fácil- y se logre, en el menor tiempo posible, construir y operar La Torre Centinela que, como infraestructura, le dará buena imagen, cuando menos, al espacio donde se construya. Vale.

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