Dip. Omar Bazán Flores.- La pobreza en México sigue siendo una situación alarmante que deriva en el crecimiento de otros problemas sociales, en la gran mayoría de los casos provocados por la falta de oportunidades y el hambre que padecen en ciertas regiones del país.
Es por lo anterior, que he presentado un exhorto al gobierno federal para que informe sobre las acciones y estrategias que está siguiendo para buscar dar cumplimiento al fin de la pobreza en México, como uno de los acuerdos establecidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada desde el año 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
No es un secreto que los programas de apoyo en nuestro país son insuficientes e independientes a la agenda, además de que no han dado los resultados necesarios para combatir el grave problema que atraviesan miles de mexicanos al no poder cumplir con las necesidades básicas, es por ello que, creo se debe hacer un alto para replantear y reforzar las acciones a favor de las personas más desprotegidas.
Considero que la Agenda 2030 es civilizatoria, que pone la dignidad y la igualdad de las personas en el centro y que, al ser ambiciosa y visionaria, requiere de la participación de todos los sectores de la sociedad y del Estado para su implementación.
Por eso, es muy importante que el Gobierno Federal, la sociedad civil, el ámbito académico y el sector privado se apropien de esta ambiciosa estrategia y se emprendan de manera inmediata acciones eficientes para dar solución al problema tan grave de pobreza en nuestro país.
Datos difundidos por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), señalan que en el año 2020 el 43.9% de la población en México vivía en situación de pobreza, lo que representa un incremento de dos puntos porcentuales en comparación con 2018 (41.9%), equivalente a 3.8 millones de personas adicionales.
En lo que respecta a Chihuahua, las estadísticas señalan que en el año 2018 el porcentaje de población vulnerable por carencias sociales fue de 32.1%, es decir, 1,228,400 personas. Al mismo tiempo, 10.2% de la población era vulnerable por ingresos, lo que significa que alrededor de 391,900 personas no tenían los recursos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas.
Coincido con organizaciones nacionales y extranjeras en que el combate a la pobreza necesita programas y estrategias sociales eficaces, pero además el fortalecimiento de las acciones para provocar el crecimiento económico y la atracción de nuevos empleos que generen mayores ingresos a la población.
Es importante que tengamos claro que los programas sociales no implican reducir la pobreza, tenemos que ir más allá, generar mejores condiciones de vida y más oportunidades para los grupos sociales en condición de vulnerabilidad.
La ONU refiere que la pobreza va más allá de la falta de ingresos y recursos para garantizar medios de vida sostenibles. Entre sus manifestaciones se incluyen el hambre y la malnutrición, el acceso limitado a la educación y a otros servicios básicos, la discriminación, exclusión social y la falta de participación en la adopción de decisiones.
El día de hoy abordé el tema de la pobreza y les informo, amables lectores, que debido a la importancia de la Agenda 2030, durante las próximas semanas estaré escribiéndoles sobre los siguientes 16 temas que la estrategia internacional contempla como los objetivos para lograr un desarrollo sostenible en los países que firmaron el acuerdo.