Raúl Ruiz.- Abrió el año con muchas bajas por el contagio de Ómicron, que por si no estaba usted informado, tiene más caretas que el mismísimo MIL MÁSCARAS. Treinta variables le han detectado al miserable Ómicron, así que no se fíen.
Hoy toca hablar de dinero. No se la voy a poner complicada, porque por experiencia sé que mis lectores no hacen reflexiones profundas. Les gustan números rápidos. De entrada, le digo a usted que el gobierno de Chihuahua tiene un adeudo casi impagable con proveedores. Solo son 14 mil millones de pesos.
La buena noticia es que según los indicadores del IMEF que me comparte Alejandro Sandoval, se espera que el crecimiento del 2021 haya sido de entre 5.4% y 6.0%, pero se anticipa que en el 2022 será de entre 2.9% y 3.2%.
La inflación, por su parte, cerrará este año alrededor del 7.5%, mientras que el año entrante se prevé que disminuya a un nivel de alrededor del 4.0%. No obstante, conviene notar que estas previsiones están sujetas a riesgos considerables. En particular, en el corto plazo, el balance de riesgos para el crecimiento se encuentra sesgado a la baja mientras que el de la inflación se encuentra sesgado al alza.
Para el mediano y largo plazo existe el riesgo de que el crecimiento potencial haya disminuido, tanto por la prolongada caída de la inversión como por las consecuencias de la pandemia, entre otros factores.
¿Qué otros datos debe usted tener a la mano? Los presupuestos. Vea usted. Juarez 7 mil 050 millones. Chihuahua 4,800 millones. Casi el doble de presupuesto para Juárez respecto de la capital; sin embargo, allá se refleja mejor en la movilidad urbana, en el embellecimiento de la ciudad.
Acá, con 100 días de trabajo del alcalde Cruz Pérez Cuéllar, apenas descuella un poco la limpieza de la ciudad, pero el rezago es verdaderamente impresionante. En materia de comercio, no hay quejas, al menos graves. Abre bien el año. Esperemos que siga así. Ya vienen los reyes magos, a ver cómo se comporta este animal económico.
¿Que otro dato puede interesarle? Un registro de 348 mil 724 millones de pesos en el IMSS, que prácticamente no sirve de mucho, el servicio sigue de la fregada.
Finalmente, el asunto del gran fraude. Suman ya más de 2,500 querellas contra ARAS. Y ya se pelaron los responsables. Emigraron a Panamá, dice olímpicamente el Fiscal Zona Centro, Carlos Mario Jiménez. O sea… ¿ya se shingaron los micro inversionistas? Hay que seguir con este viborón.
Por lo pronto, si acaso los Reyes Magos la libran con el Ómicron, les pido que me traigan clientes para sortear el 2022 con dignidad.