Debe existir voluntad política de parte del gobierno para que los comerciantes restauranteros abran sus negocios en color naranja, pueden hacerlo bajo un monitoreo para que no infrinjan las leyes, de lo contrario los negocios seguirán cerrando, subrayó Cristina Cunningham,
presidenta de Canirac.
Si no pueden dar el color amarillo por los problemas que ellos consideren, por lo menos que permitan que los comerciantes trabajen en el anaranjado, eso es de voluntad política, el gobierno no necesita cambiar las leyes puede dar un permiso especifico y monitorear, comentó.
Al momento hay 60 negocios de restaurante que están cerrados, entre formales e informales, ya no pudieron y cerraron de manera definitiva y la situación puede continuar, porque algunos negocios están trabajando al cien por ciento en su infraestructura, gastos, servicios, impuestos y el consumo solo es del 50 por ciento, otros no llenan ni a esa cantidad, señaló.
La dirigente pidió que dejen trabajar a los comerciantes en el semáforo anaranjado porque la situación es muy complicada para todos, tanto en centros comerciales como en bares, los negocios tienen gastos y necesitan clientes con el apoyo del gobierno para la apertura.