BRASILIA- En un acto encabezado por el presidente argentino, Alberto Fernández, de manera virtual, se realizó la Cumbre de Jefes de Estado de Mercosur, evento mediante el cual Argentina culminará su presidencia pro témpore y hará el traspaso oficial a la República Federativa del Brasil.
La transferencia del mando del bloque regional adelanta un escenario de mayor tensión entre los principales socios.
Dos son los principales puntos de disputa que enfrentan a los dos países principales del Mercosur y que ponen en riesgo sus 30 años de existencia:
- La reducción del Arancel Externo Común (AEC). Brasil pelea por una agresiva disminución de las barreras de protección, mientras que Argentina acepta flexibilizar esa medida en gran parte de los productos pero manteniendo esa defensa para sectores sensibles.
Detrás de la estrategia liberal de Brasil se sumó Uruguay, con el Gobierno de derecha de Luis Lacalle Pou.
Después de integrar esa alianza, el Gobierno de Paraguay de Mario Abdo Benítez se encolumnó con la política argentina liderada por el presidente Alberto Fernández.
La controversia es tan intensa que en estos meses se suspendió en dos ocasiones la reunión entre los cancilleres de los cuatro países miembros del Mercosur para debatir, entre otras cuestiones, esos dos frentes conflictivos.
El Arancel Externo Común, el acuerdo con la Unión Europea, el estado de las negociaciones con otros bloques y países, el estatuto de ciudadanía del bloque y la necesidad de revitalizarlo como la principal plataforma de proyección internacional forman parte de la actual agenda central del Mercosur.
El ministro de Economía brasileño, Paulo Guedes, asegura que Brasil no pretende abandonar el Mercosur, aunque sí “modernizarlo” con la reducción de la tarifa externa común.
“No vamos a salir del Mercosur. Queremos seguir con la integración pero no está funcionando como debería. Queremos modernizar el Mercosur”, dijo Guedes en un evento empresarial llamado Coalizao Industria.
Agregó que el comercio entre el Mercosur se redujo dos tercios desde el inicio del bloque, en 1991.
Crítico del bloque regional, Guedes defiende la reducción de la tarifa externa común para permitir el ingreso de productos importados de otras regiones y la modificación del Tratado fundacional de Asunción para poder negociar acuerdos en forma unilateral con otros bloques o países.
La propuesta de Bolsonaro es reducir el Arancel Externo Común a la mitad (hoy el promedio es de 13%) y que cada miembro pueda negociar acuerdos comerciales individualmente.
Los industriales brasileños no están de acuerdo con esa política aperturista. Junto a la Unión Industrial Argentina (UIA), la Confederación Nacional de la Industria de Brasil (CNI) definió una firme posición sobre esos temas. Ambas cámaras patronales no dejaron dudas en un comunicado conjunto.
Después de tres décadas de vigencia, existe consenso acerca de que el Mercosur es la mejor plataforma de esos países desde donde propiciar una apertura al exterior, apostando a la integración con el mundo.
Sputnik