Inicio AVANZA SIN TRANZA Corrupción a lo López-Gatell

Corrupción a lo López-Gatell

Daniel Valles.- El doctor Hugo López-Gatell se disculpó. Es decir, admitió su culpa por haber quebrado la cuarentena que él mismo impone en el país. Lo hizo en una explicación que dio la tarde del lunes 4 del presente mes en la conferencia periodística que acostumbra para informar la situación sobre el Covid en México.

Se sabe que, a explicación no pedida, reconocimiento de la culpa. Y que el que se excusa, se acusa. Eso mismo es lo que hizo el doctor Hugo López-Gatell, quien es el encargado de coordinar el esfuerzo del gobierno federal en contra de la pandemia del Covid que sufrimos en México.

Como mucha gente lo sabe, porque se viralizó en Twitter; el doctor fue sorprendido en un puerto nudista de Zipolite, en Oaxaca, sentado en una mesa, acompañado de una dama, sin guardar la distancia social que recomienda y sin un cubrebocas al cuello.

Al fondo en la misma foto se aprecia a Raúl Uribe, jefe de Departamento de Planeación y Difusión del Centro Cultural Helénico. Se desconoce si estaba ahí por casualidad o era parte del grupo de funcionarios de la 4T en vacaciones.

Una vez más, el ya llamado por muchas personas en redes sociales, “doctor muerte”, muestra la incongruencia con la que desde el poder el actual régimen dirige el combate a la pandemia del Covid.

Retumban las palabras de la conferencia de prensa de antes del fin de año en la que enfatiza el dicho: “quédate en casa”. Lo dijo tres veces. Como para enfatizar y sin duda hacer notar la importancia de quedarse en casa y no salir durante los días de las fiestas de fin de año.

¿Qué hizo? Lo contrario. No se quedó en casa. Violó las normas. Es cierto que el ejemplo arrasa y el mal ejemplo, también. Nada motiva más que el ejemplo y el contraejemplo también, pero al contrario, al revés.

La acción del Dr. Hugo López-Gatell se debe considerar un acto de corrupción. ¿Por qué? Porque es un abuso de poder, que es la primera característica de un acto corrupto. Falló en otra, que es el sigilo.

El señor es subsecretario de Salud, está al frente de una lucha que ha cobrado más de130 mil vidas de personas en el país y un millón 500 mil infectados. Pandemia que está lejos de llegar a ser controlada.

Una de las causas es que la gente no se queda en casa porque tiene que salir a buscar la vida o porque, como el Dr. López-Gatell, se les pega la gana salir de vacaciones a pesar de la pandemia.

Sí, en efecto. Pero una cosa es Juana y otra Chana. Una cosa es Juan Domínguez y otra que el Dr. López-Gatell es el subsecretario de Salud de México y está normando, desde el poder, el que se quede la gente en casa para que los contagios por Covid, disminuyan. Él viola su propia norma y eso es corrupción.

El mal ejemplo que ha dado el doctor, por más que su jefe superior quiera justificarlo, no tiene justificación. ¿Que ha trabajado mucho y se lo merece? Pues que descanse o haga como hacen otras personas igual de corruptas que él, pero más discretas: que no se exhiba.

Esto es lo verdaderamente reclamable. La exhibición y la ostentación que hace una persona que debe mostrar todo lo contrario. Que no guarda los protocolos que recomienda a la población en general. Su conducta demuestra la poca seriedad y el profesionalismo del que carece para estar en un puesto como en el que le toca estar, ¡vaya usted a saber el porqué!

No le abona a la autoridad moral que debe tener como el líder que se pretende que sea, sino todo lo contrario. El presidente, su jefe, hace mal en defenderlo como lo hizo, diciendo que ha trabajado mucho.

Seguro que en los hospitales de todo el sistema de salud mexicano, esas palabras del presidente retumbaron y fueron mal recibidas por el personal que tiene 10 meses en el frente de batalla, lidiando con el millón y medio de infectados, que a diario ponen en riesgo su vida por tratar de traer el restablecimiento a quienes llegan casi muertos a los nosocomios que estén a punto de la saturación debido a las malas políticas de la administración federal.

¿Y el doctor López-Gatell? Estaba dice, de vacaciones visitando familia y amigos en Pochutla, Oaxaca. En una playa nudista.

Una situación similar se presentó el año pasado en Nueva Zelanda, donde el ministro de Salud, David Clark, admitió que había roto la medida de cuarentena decretada para ir a la playa con su familia. Clark le puso el pecho a lo hecho y reconoció su falta de ética y poca moral, al haber tomado vacaciones, cuando recomendaba quedarse en casa para mitigar la pandemia.

Clark renunció a pesar de su exitosa gestión para mitigar los contagios, anunció que se retira del cargo. La renuncia no le fue aceptada, pero el valor civil que dejó ver mostró la ética en el desarrollo de su profesión, le demostraron a la nación neozelandesa la calidad moral de su líder. ¡Ah! Hay que destacar que cuando el caso se da el número de muertos en su nación era de 22 y 1,178 infectados.

Esa es la gran diferencia entre tener valores y que al otro le valga. Entre tener conciencia de lo que es un acto corrupto.

Es lo que ha demostrado el Dr. López-Gatell ante la prensa mexicana que atendió la conferencia del lunes 4 de enero, en la que el doctor le mintió de frente y en su cara a los reporteros y éstos, sin reclamar el hecho, respetuosamente le preguntaban sobre su conducta.

Nadie se equivoque, no se trata de que el Dr. López-Gatell no descanse o que no tenga derecho a divertirse y tener una escapada como la que tuvo y que los videos, no solo las fotos muestran que se ha entretenido. Es su derecho.

Se le reclama la incongruencia de la que hace gala. Se le reclama la evidente falta de ética y poca autoridad moral que tiene una persona que se cree líder, pero que no cumple con las mínimas cualidades y la característica principal para serlo.

Se le reclama por el acto de corrupción manifiesto y el poco sentido de responsabilidad que mostró, aunado a la falta de consideración y respeto para más de 130 mil familias que están de luto.

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