Una enfermera de una clínica del IMSS rogaba en sus redes sociales para que los enfermos positivos de Covid-19 se atendieran, porque no había médicos suficientes que pudieran vencer a la enfermedad aunado a las limitaciones de equipo y medicina.
A dos meses de esa suplica volvió a decir en sus redes todo lo opuesto, se refleja la felicidad en su rostro aún y con el cubrebocas, porque presenció que no había ninguna persona en el área de urgencias Covid y todas las camillas estaban disponibles.
En los números reales de personas infectadas y defunciones tal vez no se ha visto un cambio, sin embargo, las estadísticas de ocupación hospitalaria han disminuido considerablemente en la frontera.
El pasado 24 de octubre la enfermera Edith Ávila publicaba en sus redes sociales la desesperación causada por el rebrote más fuerte que se ha registrado hasta hoy del Covid-19, tenía la impotencia y el coraje de que una persona diagnosticada se vaya de alta voluntaria, es decir que sabiendo que tiene la enfermedad aún por incredulidad prefiere regresarse a casa sin tomar las medidas necesarias para no seguir esparciendo el virus.
Decía la publicación que tal vez esa persona regrese peor de lo que se fue, exigiendo atención médica inmediata y quizá agrediendo al personal médico o muriendo en una camilla de hospital, sin volver a ver a su familia o lo que es peor con todos contaminados.
Juárez Hoy
