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Diferencias iguales no hacen cambios

Arturo Castro.- La política fue, es y será siempre comentaba Don Teófilo Borunda en una de tantas platicas que tuvimos, la experiencia otorga un conocimiento real en los hechos, no se requieren libros ni conferencias solo el quehacer de las cosas.

La vida en el ámbito político tiene muchas aristas, es el manejo del poder, a veces por el poder mismo sin fijar posturas o consecuencias por las acciones realizadas u omitidas, es una vida plena dedicada a servir y a servirse.

Participar en los partidos políticos y en el ámbito gubernamental permite a hombres y mujeres expresarse por igual: Con capacidad y conocimiento hacer la mejor tarea, con ignorancia e indiferencia vivir en calidad de nada.

Realizar cambios políticos a un sistema es un tanto cuanto utópico, si el político se formó en él, es parte de él, independientemente de cómo se promueva su participación. Los partidos son un camino, la imagen personal también, cuando se le dedica un servicio a la sociedad, se busca el reconocimiento de la misma.

Borunda, Exgobernador de Chihuahua, fue un político profesional: Regidor, diputado, presidente municipal, gobernador, senador, embajador y tantos puestos políticos más, entonces como no tener el privilegio de recibir sus enseñanzas para aprender de política y de la cosa pública.

El tiempo transcurre, los procesos y los procedimientos son los mismos, solo difiere en tono a la actualización del marco jurídico que respalda la creación de nuevos partidos políticos familiares, de otorgar espacios de poder a las mujeres, de permitir la reelección, así como de normar la publicidad de campañas políticas.

Los políticos de siempre tienen la misma actitud, los que gobiernan actualmente buscan acceder al poder a través de puestos de representación popular o del ejercicio de la función pública, tras una llamada del líder y amigo o a través de una consulta pública arreglada para no decir amañada.

Las instituciones públicas, hoy ofrecen los mismos servicios que ayer, aun contando las nuevas necesidades sociales, el nombre del programa no importa, da igual que se llame solidaridad, oportunidades, prospera o bienestar, el asunto es dar o recibir dadivas sin esfuerzo alguno.

Las diferencias existen, México se fue del campo a la ciudad, del radio al internet, del analfabetismo a la educación básica obligatoria, se dejaron los tacos por las hamburguesas y las flautas por las pizzas, el jabón Palmolive por el dove.

La igualdad de condiciones persiste, las luchas sociales siempre han tenido su base en la clase baja, los millones de pobres existen porque son necesarios en un sistema político dominante a pesar del transcurso generacional, son el principal motivo de las políticas públicas del gobierno en turno.

Son migajas las que se reparten en consideración a la ganancia empresarial en este país capitalista, aunque se quiera ver semisocialista, la óptica es sumar adeptos aunque la resta cada vez es más común.

Son diferencias iguales que nunca entendemos para que con acciones distintas tratemos de ser mejores, la política debe verse como el arte que es y la ciencia que tiene enunciados respetables que parece complicado en el hacer.

Diferencias iguales no hacen cambios, veremos entonces, continuamente el engaño social para que el político siga llegando al poder por ambición y no por convicción.

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