Inicio LA OTRA NORMALIDAD A mis compañeros universitarios

A mis compañeros universitarios

Jorge Quintana.- En pocos meses la muerte nos ha robado a tres compañeros que tuvieron la responsabilidad de dirigir a la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Hemos perdido a grandes hombres que supieron entregar sus mejores esfuerzos para darle a la comunidad juarense una institución de educación superior digna de su frontera.

René Franco Barreno, primer Rector de la UACJ, encabezó el equipo que inició la construcción de la institución. Capaz y eficiente, pudo encaminar el esfuerzo colectivo para darle carácter institucional al sueño largamente anhelado por la población de esta frontera. Fueron años de entrega, de luchar contra inercias y voluntades adversas a la universidad.

Durante su periodo rectoral, logró legitimar en la comunidad educativa del país a la UACJ. Siguió sirviendo hasta los últimos años a su querida universidad. Inició un camino fructífero de relaciones institucionales, que hoy son fortaleza de la universidad.

Enrique Villarreal Macías, segundo Rector y hasta hoy el más joven al iniciar su periodo de gestión. A él le correspondió y lo hizo con solvencia, compromiso y decisión, consolidar la institución en su conformación educativa, gestionar con gobiernos estatal y federal, recursos financieros que aseguraran el compromiso oficial de permanencia de subsidios y crear servicios para los docentes, que hasta hoy siguen siendo motivo de orgullo de los universitarios, como el servicio médico, garantía de salud y tranquilidad de todos los integrantes de esta querida comunidad.

Gracias a su visión de compromiso docente, propicia le creación de asociaciones gremiales de maestros, que propiciaran la seguridad laboral de sus agremiados.

Rubén Lau Rojo, fue el sexto Rector, en su gestión la universidad inició el desarrollo de infraestructura física para impulsar el fortalecimiento de la calidad académica de la institución, terminó la construcción y equipamiento de la Biblioteca Central, hoy Carlos Montemayor, desarrolló los centros de cómputo, consolidó proyectos de crecimiento informático y de sistemas.

Como quienes le precedieron, supo fortalecer las relaciones institucionales con las instancias nacionales, lo que ha propiciado el reconocimiento nacional de la UACJ.

Muchos logros, muchas tareas cumplidas, muchos esfuerzos empeñados en la digna tarea de encabezar la institución, tantos que estas líneas son pocas, muy pocas para describir.

Ahora ya no están con nosotros físicamente, el destino ha sido cruel con el género humano, sobre todo con aquellos que se emplearon para servir a la humanidad con humildad en el campo de la educación y la ciencia.

Queda constancia de su trabajo, de su entrega a una de las mejores causas: la educación. Queda testimonio, tan grande como la UACJ, de su compromiso con Juárez, con los juarenses, con los universitarios.

¡René, Enrique, Rubén, gracias por su espíritu universitario, gracias por su amistad, por compartir sin egoísmos, con todos la noble tarea de dirigir la UACJ! Su presencia permanece en la memoria de todos los universitarios. ¡Gracias, muchas gracias!

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